Al menos 21 personas han muerto al paso de fuertes tornados en siete Estados del centro y sur de Estados Unidos este fin de semana, según las autoridades locales. Las tormentas han dejado a centenares de miles de personas sin electricidad, causado importantes daños materiales en viviendas y negocios y, en Illinois, derrumbado el techo de un teatro abarrotado en el que se celebraba un concierto de heavy metal.
Los fallecidos más recientes se han confirmado en el estado de Tennessee, donde al menos siete personas han muerto en el condado de McNairy. Otras víctimas han perdido la vida en la localidad de Wynne, en Arkansas; en Sullivan (Indiana) y en los estados de Alabama, Illinois y Misisipi. En Little Rock, la capital de Arkansas, más de dos mil edificaciones quedaron dañadas por el paso el viernes de un tornado que dejó también al menos un muerto, según el ayuntamiento de la ciudad. Decenas de personas han quedado heridas por el paso de esos vientos.
“El impacto ha sido devastador” en Little Rock, ha declarado su alcalde, Frank Scott, a la cadena de televisión CNN. “En cuestión de minutos (el tornado) pasó por toda la zona oeste de la ciudad… llegó de la nada”.
Más de 30.000 personas se encontraban aún sin electricidad pasado el mediodía en esa ciudad. En los estados golpeados, esa cifra se elevaba a cerca de 400.000.
En Belvidere, en Illinois, cerca de 260 personas se encontraban en el teatro Apollo cuando los vientos arrancaron el techo del edificio. Al menos una persona murió y otras cuarenta se encuentran heridas, dos de ellas muy graves.
Los vientos, resultado de un frente de tormentas en el centro y sur de Estados Unidos, llegaron apenas horas después de que el presidente del país, Joe Biden, visitara la localidad de Rolling Fork, en Misisipi, donde los tornados dejaron graves daños la semana pasada. Un total de 26 personas perdieron la vida en ese estado.
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Biden ha hablado por teléfono este sábado con la administradora de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, que coordina la respuesta del gobierno al desastre natural, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado. El presidente de EE UU también ha dialogado con la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, así como con Scott y la alcaldesa de Wynn, Jennifer Hobbs. Esa última localidad es una de las más afectadas en Arkansas por los tornados.
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