La aplicación de Twitter, vista en la pantalla de un móvil el pasado 25 de abril.Gregory Bull (AP)
El director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, ha anunciado este jueves a sus empleados mediante un correo electrónico, al que tuvo acceso la agencia Reuters, que los responsables de las divisiones de consumo e ingresos abandonarán la empresa propietaria de la red social, en lo que se interpreta como onda expansiva del proceso de adquisición de la compañía por Elon Musk.
Agrawal ha comunicado también en el documento interno que Twitter suspenderá la mayoría de las contrataciones previstas y revisará todas las ofertas de trabajo existentes para determinar si alguna “debe ser retirada”, aunque la compañía actualmente no se plantea despidos, según el diario The New York Times. Parte de la reestructuración se debe a que la empresa no ha alcanzado sus objetivos de crecimiento en audiencia e ingresos, en línea con el resto de tecnológicas, protagonistas todas ellas de un batacazo bursátil en abril.
Kayvon Beykpour, hasta ahora al frente de la división de consumidores de Twitter, dijo en la misma red social este jueves que su salida de la empresa no fue decisión suya. “Parag me pidió que me fuera después de hacerme saber que quiere dar una dirección diferente al equipo [ejecutivo]”, tuiteó Beykpour.
También recurrió a Twitter Bruce Falck, al frente del departamento de ingresos, que llevaba cinco años en la empresa. En un tuit Falck agradeció este jueves la colaboración de su equipo y sus colegas en Twitter. “Hemos podido lograr los resultados que logramos gracias a vuestro duro trabajo; los ingresos trimestrales no mienten”, ha tuiteado.
Beypour será sustituido por Jay Sullivan. “Es fundamental tener los líderes adecuados en el momento adecuado”, subrayó Agrawal en su comunicación a la plantilla. “La visión del producto, la capacidad de inspirar, moverse rápidamente e impulsar el cambio de Sullivan es lo que Twitter necesita ahora y en el futuro”, unas palabras que corroboran la salida involuntaria de Beykpour.
Los movimientos en la cúpula de la compañía de Palo Alto sobrevienen cuando el fundador de Tesla y SpaceX está aún buscando financiación para lograr los 44.000 millones de dólares para adquirir Twitter (se espera que cierre el trato en los próximos meses). Y apenas dos días después de que el magnate, a quien se considera el hombre más rico del mundo, anunciara que pretende revertir el veto a la cuenta del expresidente Donald Trump, que fue suspendido permanentemente tras el asalto al Capitolio, en enero de 2021, por parte de simpatizantes suyos. Trump ha declinado en principio volver al redil del pajarito azul, pues ya dispone de su propia plataforma: Truth Social.
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Durante su ofensiva contra Twitter, Musk criticó abiertamente a sus máximos ejecutivos, especialmente por sus decisiones acerca de la moderación de los mensajes en la plataforma. El magnate, que se presenta como apóstol de la libertad de expresión, ha anunciado que suprimirá cortapisas para relanzar la red y así multiplicar por cinco sus ingresos en 2028, así como ampliar la base de usuarios a 931 millones en ese plazo, desde los 27 millones con que contaba a finales del año pasado.
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