Luis Suárez y Griezmann, dos despechados como amenaza

En el fútbol, como en la historia, las decadencias suelen deparar hechos insólitos y la del Barcelona, que visita este sábado el Metropolitano (21.00 Movistar LaLiga), ha propiciado que en dos veranos consecutivos dos de sus futbolistas más determinantes en ataque hayan reforzado a un rival directo como el Atlético de Madrid para satisfacción de su entrenador. No hay nada que convenza más a Diego Pablo Simeone que contar con futbolistas a los que califica como “hombres” porque son capaces de competir bajo cualquier circunstancia y escenario. Primero con Luis Suárez y ahora también con Antoine Griezmann, Simeone ha sido invadido por la tranquilidad que le da contar con ambos, aunque en las pruebas que realizó este viernes el francés no figurara entre los titulares.

En el Atlético han observado el proceso de integración entre Suárez y Griezmann, conocedores de que el uruguayo estuvo siempre más cerca de Messi que del francés en el año en el que coincidieron en el Camp Nou. “No son amigos, pero Suárez, al que le impulsa su afán por seguir ganando, sabe que con Griezmann todo es más factible”, relatan en el Atlético. En los 28 partidos que coincidieron en el Barcelona, Suárez hizo 18 tantos y el delantero galo, ocho. Las asistencias entre ambos fueron tres. Dos del uruguayo al francés y una a la inversa. Los dos jugaban con el condicionante que suponía compartir ataque con Messi.

La pareja importada del Barcelona aún no ha terminado de explotar, pero uno y otro son una debilidad de Simeone. Cuando hace dos veranos el técnico argentino supo que podía contratar a Suárez siempre pensó más en los goles que le podía dar que en los achaques físicos que pudieran lastrarle para jugar al contragolpe o para ayudar a la presión o en defensa. Simeone no obvia que Suárez está limitado para determinados lances del juego, pero le mantiene en el once y en el campo todo lo que puede.

En el caso de Griezmann, la primera temporada sin su concurso fue un argumento para que el entrenador del Atlético defendiera ante el club y la prensa que el plantel afrontaba un año de transición. A la mínima que podía, Simeone deslizaba lo que le daba Griezmann en goles con lo que le aportaba João Félix. En su regreso, Simeone está intentando encajarle con celeridad. Primero, porque fue él quien más empeño puso en recuperarle. Y, segundo, porque también es sabedor de primera mano del esfuerzo que ha hecho el club.

Despechados ambos por cómo fueron sus últimos días de azulgrana, los dos tendrán esta noche la ocasión de pasar factura. “De repente, se han visto de nuevo juntos y pensando que en el Barcelona no fueron bien tratados”, aseguran en el club rojiblanco. Suárez ya tuvo su desquite con los 21 goles que contribuyeron a que los rojiblancos conquistaran el título liguero, pero aún tiene sangre en el ojo. Con Josep María Bartomeu ya fuera de escena, Ronald Koeman permanece como la figura sobre la que el delantero uruguayo focaliza su ojeriza. Suárez tiene marcado a fuego que el entrenador neerlandés ejerciera de mero ejecutor de las órdenes del expresidente del Barcelona, que consideraba tóxico la ascendencia de Messi y Suárez sobre el vestuario. Este no olvida que Koeman no respetara su trayectoria al aceptar que Bartomeu le impusiera que no se entrenara con el grupo mientras se resolvía su futuro. Por sus palabras en una reciente entrevista al diario Sport, la humillación vivida aún está latente en sus pensamientos: “Cuando estoy cerrando el fichaje por el Atlético me comenta [Koeman] que, si mañana no se cierra, el domingo me tendría en cuenta para el partido ante el Villarreal…¿cómo? ¿Si primero me dices que no entro en tus planes, ahora me vas a tener en cuenta? Es algo que no me cuadraba… Me mandaba entrenar al campo 3-4 como si tuviera 15 años. Me dolió, me molestaba, llegaba llorando a casa por el desprecio”.

Los recelos de Griezmann apuntan más a Joan Laporta, que desde que asumió la presidencia le puso en el mercado publicitando que su elevada remuneración era insostenible para la entidad. Tampoco olvida Griezmann la mayor frialdad que genera una institución como el Barcelona. En el primer día de su regreso manifestó la cercanía en el trato hacia él y su familia con respecto a lo vivido en el club azulgrana. La confianza de Simeone se daba por sobrentendida. Ahora falta encajarle de la mejor manera posible. “Lo pusimos a la derecha y a la izquierda, en sitios donde él siempre ha jugado. Los jugadores siempre tienen lugares privilegiados del tipo ‘me gusta jugar acá’, lo importante es dónde son importantes para el equipo, dónde se les necesita. En Milán lo pusimos de mediocampista y después lo llevamos más adelante en el final del encuentro. No tengo dudas de que con sus características Antoine nos va a ayudar donde lo pongamos”, advierte Simeone.

La fórmula del campeón: Koke pivote por delante de los tres centrales

Con la autorización para completar el aforo, en el Atlético esperan que la vista del Barcelona suponga el primer lleno desde que se iniciara la pandemia. Este viernes a media mañana, aún quedaban entradas, pero en el club calculaban que si no se colgaba el cartel de todo vendido no quedarían muchas localidades por salir a la venta. Pese al volcánico ambiente que se espera, no parece que Simeone vaya a apostar por el tridente atacante que más expectativas levanta. En las pruebas que Simeone realizó por la mañana en el Metropolitano no figuraban Griezmann, Luis Suárez y João Félix. Pese a que los minutos que coincidieron en San Siro no disgustaron al preparador argentino, el francés no estaba entre los titulares. “Me gustó lo que vi en Milán. Creo que los tres son absolutamente compatibles, pero hay variantes porque paralelamente a estos tres podríamos nombrar a Correa, Lemar y Cunha y eso genera entusiasmo al poder tener a esos futbolistas. Lo más difícil de gestionar es que todos se sientan importante y que entiendan que la calidad de minutos es la que hace la diferencia. Ojalá lo podamos lograr ese durante toda la temporada”, deseó Simeone.

El once con el que ensayó las jugadas de estrategia estaba compuesto por Oblak; Llorente, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; De Paul, Koke, Lemar; João Félix y Luis Suárez. Tras jugar en Milán con una defensa de cuatro, Simeone regresaría a la fórmula de los tres centrales. Los cambios de dibujo están siendo constates en lo que va de temporada, señal de que el técnico aún no ha terminado por definirse. Ha mutado de sistema de un partido para otro varias veces y casi nunca los finalizó igual que los empezó.

Con la baja de Kondogbia, por acumulación de tarjetas amarillas, de las pruebas realizadas por Simeone resalta que Koke regresaría a la posición de mediocentro por delante de la defensa, que fue clave en la recta final del campeonato pasado en la que el Atlético terminó por alzarse con el título. De Paul, como volante por la derecha, tendría otra oportunidad para empezar a consolidarse en el centro del campo. Lemar recuperaría su puesto como tercer centrocampista por la izquierda.

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