Diego López: “El regreso a Primera no puede ser un martirio”

Es el encargado de situarse bajo palos, pero a la vez es mucho más que un portero para el Espanyol. Diego López (Paradela, 3 de noviembre de 1981) es uno de los capitanes de la actual plantilla y toda una institución en el conjunto blanquiazul. La que está por empezar será su quinta temporada en Cornellà-El Prat, y rozando los 40 tiene cuerda para rato. Es tan solo un gran tipo que vive el ahora, no mira al mañana ni de reojo y se mantiene centrado en ayudar al club que le ha robado el corazón.

En Segunda el Espanyol era el rival a batir, pero en Primera la historia es diferente. ¿Qué equipo vamos a ver este curso?

Tenemos que ser un Espanyol con garra, entrega y sacrificio. El sentimiento que existe en torno al club se tiene que ver en el campo. Hay que ser un equipo competitivo, que vaya siempre a ganar y que, aunque con humildad y respeto hacia el rival, juegue sin miedo y con ambición.

¿Basta con lograr la permanencia o se puede luchar por algo más?

Hay que pensar en ganar cada partido, crecer y mejorar, y darle una alegría a nuestra gente. El regreso a Primera no puede ser un martirio y tenemos que ir a intentar lograr el mayor número de puntos posible. Hay que ir a por todas, sin conformanos con nada.

¿Se atreve con un Top-3 de porteros de toda la historia?

Yo opino sobre los que he visto, y me quedaría con Neuer, Buffon y Van der Sar.

¿Tenía algún ídolo de pequeño?

Buyo, era mi paisano, jugaba en el Madrid y era mi referente.

De niño, ¿usted era merengue?

Sí, mi padre es muy madridista y fue mi primer equipo.

¿Y ahora, más perico que merengue?

¡Por supuesto! Siempre he defendido los colores de los equipos en los que he estado, pero hay sitios en los que el sentimiento te cala mucho, y el Espanyol es sin duda uno de ellos.

Tenemos que ser un equipo competitivo que, con humildad, vaya siempre a ganar y juegue sin miedo

En plena temporada, ¿cómo es un día en su vida más allá del Espanyol?

Me levanto sobre las 7.30 y desayunamos en familia mi mujer, mis hijas y yo. Después, llevo a las pequeñas al colegio porque me pilla de camino a la Dani Jarque e intento llegar temprano. Siempre me ha gustado llegar con tiempo a los entrenamientos. Llegar de los primeros y marcharme de los últimos es una filosofía que he intentado mantener siempre. Más tarde como en casa con mi mujer, vamos a buscar a las niñas, y ya por la tarde, estar en casa descansando y poco más. Soy un poco aburrido (risas).

¿Diego López es mejor portero ahora o cuando llegó al Espanyol?

No sabría decirte y es difícil valorarlo. Hay muchas formas de valorar el rendimiento, y no se trata solo de lo que se hace en el campo, sino también de todo lo que se aporta a los compañeros, por ejemplo. Creo que llegué en buen estado de forma, y todavía tengo fuelle. Voy a competir hasta que aguante, buscando el bien del club y de mis compañeros.

Diego Lopez, ejerciendo como capitán en un encuentro del pasado curso
Diego Lopez, ejerciendo como capitán en un encuentro del pasado curso

¿Se ven los partidos del Espanyol en Paradela?

¡Claro que sí! Todos. Mis amigos y mi familia siempre me han seguido allí donde he estado, y así será hasta el final.

De no haber sido futbolista profesional, ¿a qué se dedicaría ahora mismo?

No se me daban mal los libros y creo que hubiese estudiado alguna arquitectura o ingeniería para intentar trabajar en algo relacionado con ello.

Volviendo al fútbol y omitiendo la de portero, ¿en qué posición le hubiese gustado jugar?

De defensa central. De hecho, mis inicios fueron como tal.

Ahora al revés. ¿Qué jugador de esta plantilla tiene condiciones en términos mentales para ser portero?

‘Lele’ (Cabrera) creo que podría encajar. Y a Raúl (De Tomás) también le gusta. De vez en cuando se pone bajo palos en los entrenamientos.

Debutó en Primera en 2006. ¿Pensaba entonces que en 2021 seguiría jugando?

Sí, uno de mis objetivos era alargar la carrera porque me costó llegar a Primera (con 24 años).

Si le concediesen como deseo cambiar el signo de un partido de su carrera, ¿cuál sería?

Sería injusto decir solo uno. En el Villarreal, la derrota ante el Atlético que hizo que descendiéramos al final de la temporada 2011/12, porque con el empate nos hubiéramos salvado. En el Madrid, la eliminatoria contra el Dortmund en las semifinales de la Champions del curso 2012/13. Y en el Espanyol, casi todos los del año del descenso. Además, haber ganado alguna vez al Barça en Liga en nuestro estadio o en el Camp Nou hubiese estado bien.

De los partidos que ha disputado con el Espanyol, ¿a nivel individual con cuál se quedaría?

Para quedarme con alguno reciente, diría los de los triunfos ante el Mallorca a domicilio y contra el Leganés en casa la temporada pasada.

¿Retirarme? El fútbol cambia rápido, pero por ahora me siento bien y quiero vivir el presente y ayudar al equipo

¿Tiene algún ‘hobby’ que cree que resultaría sorprendente?

(Risas) No lo puedo decir. No es nada raro, pero me lo guardo para mí.

¿Con qué personaje histórico se tomaría un café?

Voy a decir Albert Einstein y Neil Armstrong.

¿Con qué personaje de ficción se iría de cañas?

No diría ninguno en concreto, pero alguno que tuviera muchas historias que contar. Soy una persona a la que le gusta más escuchar que hablar.

Cumplirá 40 años en noviembre, pero ni mucho menos piensa en parar, ¿no?

El fútbol cambia rápido. Yo me siento bien y lo que quiero es ayudar al equipo. Se trata de disfrutar del presente y vivir día a día.

¿Está formado como entrenador?

Sí, he hecho algunas cosas ya. Es un mundo apasionante que me gusta mucho, pero soy consciente de que además de formarse hay que valer, y hay mucha competencia.

¿Se ve más en la banda o en los despachos? ¿Más entrenador o más director deportivo?

No lo sé. Lo importante es aprender. Siempre es positivo. Ya veremos.


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